Cada vez que visité Miami hubieron 2 cosas en mi agenda: shopping y playa. Este año decidí expandir un poco mis horizontes y me dediqué a ver la ciudad a través de los ojos de una arquitecta, apasionada por el Retail Design, y me encontré con una linda sorpresa. Ya no es necesario ir sólo a New York o a Europa para ver diseño, Miami también lo tiene, y en abundancia.
El Miami Design District se convirtió en una cita obligada para los consumidores de lujo. Lo que alguna vez fuera una granja de ananás, luego una zona industrial y abandonada, se convirtió hoy en una zona de locales comerciales de lujo y en una meca para los fans de las galerías de arte.
La cúpula del distrito, diseñada Buckminster Fuller, denominada Fly’s Eye, es una estructura circular realizada en fibra de vidrio.
Locales de la talla de Louis Vuitton, Hermes y Fendi y Tom Ford conviven con un Farmers’ Market todos los miércoles.
El Brickell City Center, en pleno desarrollo, se instaló en el centro de Miami. Un complejo compuesto por viviendas, oficinas, centro comercial y hotel. No pueden perderse las vistas desde este complejo, en la terraza del hotel.
La vista de la cubierta superior, con sus curvas e iluminación es realmente impactante durante la noche. Los locales se encuentran en las plantas inferiores, en un espacio semicubierto, pero resguardado del clima.
Lo que me sorprendió mucho de la ciudad, reconozco no haberles nunca prestado mucho atención, fueron los Edificios de Estacionamientos y el diseño volcado en ellos. Estos edificios merecerían un capítulo aparte.
El edificio diseñado por el estudio Herzog & de Meuron, en el 1111 de Lincoln Road, en South Beach, además de 300 puestos de estacionamiento, incluye un espacio para eventos, un penthouse para el dueño del complejo y locales comerciales sobre Lincoln Road.
Pero no todo es lujo y modernidad, hay locales, que por su Eclecticismo, llaman también la atención. ¿No le falta nada, verdad?
Por último no me gustaría irme de Miami sin una foto de mi edificio favorito en esa ciudad.
